Un Mundo Maravilloso

Cuando hagan una expedición a ver Auroras, acuérdense de mi.


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Acontecimientos de un domingo 17

Si bien el festejo empezó con algunos días de anticipación...




un día después va este video para el cumpleañero, platíquenle los que si ven El Polton, que fue puesto especialmente para él.



Y hay otro suceso este domingo que si bien podría ser motivo de tristeza, también lo es de júbilo, porque nos recuerda que no solo hay ignorancia y desilusión, también hay genio y amor, que se dan al prójimo en cada palabra, que seguimos pronunciando hoy y cuantas veces haga falta para calentar la fogata, para aclarar el cielo, para observar el mar, para encontrarte, para no perderte, para sentir que a miles de kilómetros, las personas como él nos unen.

Porque sus palabras son tesoro: irrepetible y genuino para cada individuo tocado por ellas,
gracias Mario Benedetti

¿POR QUÉ CANTAMOS?

Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil

usted preguntará por qué cantamos

si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza

usted preguntará por qué cantamos

si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro

usted preguntará por qué cantamos

cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino

cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos

cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota

cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta

cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.

de Mario Benedetti

P.D.
Fue también en un domingo 17 que sostuve por última vez tu mano.