miércoles, 28 de enero de 2009

Adiós 2008 y a todos sus segundos.

Amigos: antes de que corra también febrero quiero poner un post de despedida para el 2008. Me ha costado en verdad mucho trabajo decidirme a escribir, pues no se si seré justa y podré darle la intención que quiero a mis calificativos, tal ves no soy muy dada a evaluar los años y si lo hiciera todos tendrían cosas tan diversas como el 2008. Pero aquí va este intento:
Quizá por ahí del primer tercio del año pasado empecé a notar que era un año de conmemoraciones, 98, 88, bueno en 78 no tengo idea de que estaba haciendo, pero quizá iba en primero de primaria y supongo me habrán pasado cosas importantes, se que mi maestra se llamaba Esperanza y mis amigos eran Indira, Isolda, Jean y Pepe.

En el 2008 hice muchas cosas divertidas y algunas que además te dan aprendizajes de por vida. Puse a prueba mi capacidad de ser alumna en más de un curso, y la experiencia fue más que fructífera, compartí con mis amigas el ser alumnas, reforzamos nuestros lazos y me enamoré de mis maestros, como toda una pupila que se tome en serio su papel.

A mediados de año mi abuelo ingresó al hospital, estuvo casi un mes ahí, me dijo adiós el 17 de agosto, no se cual de mis historias fue la última que escuchó, no se si alcanzó a oír que estaba por iniciar un curso de buceo en CU, no se si aún me oye cantar cuando se me ocurre. Recuerdo que nos regaló unos amaneceres anaranjados hermosos, que solo él podía haber mandado para que no nos sintiéramos tan confundidos y para hacernos entender que estaba ya en un lugar de ensueño.
Mi abuelo tenía 87 años, fue un ejemplo de vida, amó a otros y sobre todo a si mismo, por sobre todas las otras cosas que puede un ser humano hacer cuando cae a la Tierra. Amaba también a los animales, al campo y a la libertad. Caminó por esta ciudad la mayor parte de su vida, porque eligió vivir en ella y rodearse de su gente. Sabía de la importancia del trabajo del campo y también de la dificultad y dedicación que demanda, por lo que admiraba esa labor.
Hace apenas unos cinco años decidió ya no salir a trabajar; lo cual traía incluido ya no subir al pesero, ni al trolebús, ni al metro, su cuerpo fatigado lo obligaba a cambiar su rutina. Aún así don Rubén se levantaba a las 5 de la mañana, hacía sus ejercicios, se ponía su delantal, regaba las plantas, llevaba de comer a los perros de la base de peseros, limpiaba el patio, le daba un trapazo a los autos, hacia el jugo del desayuno, sacaba a los pájaros y no se que otras cosas más que solo el sabe que hacía; el caso es que mucho antes del medio día ya estaba leyendo sus periódicos, tenía la costumbre de poner su rúbrica en los artículos que consideraba relevantes y de leerte en voz alta algo digno de ser divulgado.
Para darles otra idea de cuanto amaba la libertad y vivir la vida, les cuento que debe haber sido en el 96, cuando el tenía cerca de 75 años, que se fue a San Andrés Larrainzar a los cordones de paz, para cuidar a las delegaciones zapatistas durante las platicas. Los que hayan pasado por ese tipo de experiencias sabrán que no viaja uno en el ETN, ni lleva desayuno buffet incluido o puede pedirle a la camarera una cobija extra. Seguramente alguno de ustedes, amigos míos, ha llegado a pensar que ya es muy viejo para acampar en la selva o para hacer viajes largos en carretera, pero el pensó y dijo, -Si me muero será haciendo algo que me llena de alegría y que anhelo como a un sueño. ¿Y saben que? su fantasía se hizo realidad; fue a Chiapas, convivió con gente unida por una causa noble y en la que él creía, regresó con la chispa de un bebé que corre por primera vez; y nosotros lo dejamos ir, porque también lo amábamos.
Podría decir que no tuvo límites, aunque él dijo que lo único que le hizo falta fue aprender a manejar, últimamente comentó -Creo que ya no aprendería. Ojala a mi me falten cosas tan insignificantes por hacer cuando muera.
Al abuelo lo extraño y lo recuerdo, el Sol y los gatos me preguntan por él muy tempranito. Y aún lo escucho al salir de mi casa:
-¡Hola mi linda nieta!
Y antes de cerrar la puerta;
-Que Dios te acompañe.

En diciembre terminé el curso de buza 1 estrella y fue algo que me llevó a superar mis límites varias veces, desde levantarme a las 8 los domingos, hasta ver mas allá de lo profundo del mar y sentir aquel lugar con todos los sentidos con que está equipado tu cuerpo, créanme que el mundo adquiere nuevas dimensiones. Una vez más fue esencial tener al lado a las amigas, en este caso a la chiquilla Ruth, nadie le gana a correr de manera divertida, a relacionar el nombre de su pareja con su cara y a tener unos oídos dignos de estudio. A pesar de ser un poco tercas hicimos un excelente equipo, espero que ella también lo haya notado.

Y aquí los dejo con esta estampa del 2008: mágico, musical y porque no, con su ángulo cómico; que seguramente algunos notaron, nos duró un segundo mas... de amistad.

lunes, 26 de enero de 2009

Para terminar el mes de enero el Sol nos regala este espectáculo.


Chicos los invito a que vean las fantásticas fotos del eclipse de hoy.


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