domingo, 22 de enero de 2012

Cocinar, probar, saborear.

Esta es la "película" que resume en imágenes y con varias omisiones los eventos acontecidos en el año que apenas terminó hace menos de un mes, generalmente retratamos los momentos alegres, los emocionantes, los chistosos, pero al recorrer estas fotos recuerdo muchas cosas que nos movieron este año (No me refiero al temblor que nos tomó por sorpresa jugando damas chinas en el parque México). Pienso en como el 2011 fue muy anunciado, como si las cosas que sucedían fuera bien sabido su origen y me doy cuenta que siempre es así, cocinamos la vida con cuidado o de prisa, enfocandonos en una causa o sin pensarlo, con cariño o con desapego y finalmente llega el momento de probar el resultado.

A finales del 2010 operaron a mi padre y mi mamá y yo estuvimos con el hasta el 10 de enero en un retiro voluntario y muy disfrutado, los tres en un cuarto de casa de mi abuelita Luz al pendiente unos de otros. Ese hecho puso dirección a muchos de nuestros actos.

Como muchos podrían haberlo asegurado, en febrero volví caer en los brazos del ebc, esta vez para el curso 3 estrellas. El comienzo fue algo atropellado. Falté a la primer clase teórica por ir de improviso a visitar a mi primo Lalo al hospital y al siguiente día falté a la primer clase de alberca por que me chocaron esa mañana.

En junio ya nos preparábamos para la fiesta de bienvenida a la hija de Sofi y Pablo, pero ella no quizo esperar mas, llegó trayendo las primeras lluvias la madrugada del día 19 y finalmente se llamó Saimé (fuerte).

Poco antes de que Saimé viniera a formar parte de nuestro cosmos mi abue estuvo en el hospital por menos de una semana, la operaron de una hernia. Y al igual que Saimé, con mucho amor y paciencia han tomado fuerza, ya gritan, comen como nunca antes y atienden la papelería.

Un viernes en Agosto me topé con la noticia de que mi abuelita Luz estaba en el hospital, había tenido una embolia. Hoy está muy feliz en su casa cuidando de dos pequeños cachorros.

Debo aclarar que en el 2011 me encontré con amigos de toda la vida, tomando en cuenta que a algunos los conocí antes de los 10 años, Karen, y Renata fueron un buen pretexto para reunirnos. A José Arturo y a Martha les agradezco mucho una tarde especial y un reto a la memoria, me queda claro que el corazón siempre es sincero. Y para cerrar el año por fin pude reunirme con Liliana, en una etapa muy feliz de su vida.

Se que para ustedes también han venido noticias dificiles, sorpresas y gratificaciones a sus esfuerzos y a su amor cotidiano.
Como les dije en algún otro post, la distancia no existe entre nosotros. Y me quedo con la idea de que si bien todo esto que probamos ahora lo venimos cocinando en cada despertar, es importante vivirlo al máximo, disfrutarlo y siempre que nos sea posible me encantaría compartirlo con ustedes.

Espero se encuentren en el video y sepan que a los que no están los extrañé mucho, pero que alegría que en este enero casi he podido reunirme con todos.

En esta ocasión las fotos llegaron a mi de muchos de ustedes.




Así que la vida es algo como cocinar, probar, saborear y lo mejor... compartir.

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